5/12/08
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
“¡Ahora tenés la posibilidad de dejarnos todos tus comentarios!”
“Decana de las escuelas de arte y primera etapa de la carrera de Bellas Artes”
Informes e Inscripción:
Horario:
09.00 Hs. a 11.00 Hs.
13.30 Hs. a 16.00 Hs.
19.30 Hs. a 21.00 Hs.
4 comentarios:
LOS ABAJO FIRMANTES, ESTUDIANTES, PERSONAL ADMINISTRATIVO, DOCENTES
DE LA ESCUELA SUPERIOR DE BELLAS ARTES "MANUEL BELGRANO· DE NEUQUEN
NOS SOLIDARIZAMOS EN LA LUCHA Y CON LOS MÉTODOS QUE TRABAJADORES Y ESTUDIANTES, DEFINAN , EN DEFENSA DE LA CULTURA.
FRENTE AL PRAGMATISMO DE LOS GOBIERNOS
COMPARTIMOS UN NOMBRE EN COMÚN, UNA HISTORIA COMÚN Y UN ADVERSARIO, ACÁ CONOCIMOS A SOBISCH QUIÉN JUNTO A ORTEGA CASTELLANO NOS CERRARON DOS TURNOS Y DOS CARRERAS, RESISTAN COMPAÑEROS LA HISTORIA LES DARÁ LA RAZON.
Copio parte de un mail personal. Quien lo escribe (por precaución, no voy a decir su nombre) trabaja desde hace años en la Casa Refugio Mariquita Sánchez, de la Dirección General de la Mujer del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Se trata de un “refugio de puertas cerradas”, donde se recibe a mujeres víctimas de violencia familiar y que han pasado por una previa evaluación de riesgo, casi siempre madres con sus hijos. En la institución se ocupan de acompañar a la mujer a realizar la denuncia, de dar atención psicológica individual y grupal a ella y a sus hijos, seguimiento legal, atención medica hospitalaria, escuela primaria y jardín de infantes, operadoras que acompañan a las mujeres las 24 horas y un móvil que las lleva a sacar y renovar documentos, cobro de planes, trámites de egreso, etc., etc.
Imploro que se forme algo en Capital que enfrente a Macri. ¿Sabés qué pasa? Que sufro a Macri de patrón. Cuando en la interpelación al ministro de Macri le preguntaron por nuestro refugio, dijeron que mandaron la plata y era mentira, nunca llegó. Se nos inunda, no tenemos luz en la parte de afuera y en cualquier momento se nos mete un loco. Cada vez viene peor la comida: peor que en la cárcel, guisos asquerosos, hasta el pan es viejo. No tenemos gente, no reponen personal y no nombran más. Nuestros sueldos quedaron atrasados: siempre cobramos bien, pero ahora ganamos una miseria. No hay mobiliario, no tenemos un miserable sillón donde recostarnos cuando nos quedamos de noche. En las habitaciones no hay ventiladores, imaginate lo que es. Las estufas no andan en invierno, se caga una de frío. Para una población de 30 personas hay 3 inodoros y 3 duchas. Las instalaciones están totalmente destruidas, se hace poco mantenimiento porque todas las semanas prometen que van a hacer reformas y nunca llegan. Sobra buena voluntad del personal, pero a veces no hay jabón, champú, papel higiénico, detergente, lavandina, etc., etc. Nunca alcanza para tener todo, siempre algo falta mientras el jefe de gobierno se aumento el sueldo a nosotros se nos vienen cataratas de agua cada vez que llueve.
Le escribí sobre todo esto a Ibarra pero parece que no le importa, nunca me contestó. Hay bronca con Kirchner sobre todo en la clase media, pero con este facho no podemos seguir: ahora hasta nos controlan por teléfono. Decí que nuestra coordinadora es una tipa re piola que nos defiende a muerte, pero en cualquier momento la rajan.
la manera macrista de destruir las cosas...
por maria esperanza, artepolitica.
Desde hace varios años, le tengo cariño al hospital Cosme Argerich, el de la Boca.
Por un lado, porque cuenta la leyenda familiar que mi papá había ganado ahí el examen de la residencia en neurocirugía, aunque no entró porque finalmente fue al Rawson (hospital sí que luego destruído, literalmente, por el Proceso.) Mi papá había elegido, en 1970, el Argerich para entrar porr su reputación en cirugía.
Luego, ya más recientemente, porque tengo varias experiencias cercanas de amigos y familiares atendiéndose ahí, un hospital público, muy buenas. Amigo cuya mujer se atendió en Oncología. Un pariente operado por mayor especialista en páncreas del país, que es médico de planta del Argerich. El nacimiento de una sobrinita, con un embarazo de mamá RH negativa muy bien controlado.
En mi experiencia, si un hospital funciona bien o mal depende directamente de la dirección, y mucho más en un hospital público. Son esas pequeñas cosas: si el director está ahí permanentemente los jefes de servicios tienen que poner la cara todo el día en vez de rajarse a su consultorio en Recoleta, lo cual hace que los jefes de residente deban mostrar presencia en vez de irse al barcito de la esquina y dejar a los residentes solos con toda la sala, y entonces los jefes de enfermería deben mostrar actividad, y lo cual hace que los camilleros no puedan irse al jugar al truco en la salita que está al lado del estacionamiento de las ambulancias … Ustedes me siguen.
Un director de hospital debe estar en su oficina todo el día, preferentemente con la puerta abierta, y salir de recorrida dos o tres veces cada mañana.
Si se rompe esta cadena, los hospitales terminan como los espectáculos dantescos que salen en las noticias todos los días, con la gente golpeando la puerta de la guardia, cerrada con llave, para que los atienda, y secretarias que dicen cosas como “no, el oftalmólogo atiende sólo los martes de diez a doce de la mañana”.
No me sorprendió, entonces, aunque me entristeció, saber que Mauricio Macri había despedido en octubre último al director del Algerich, luego de que este denunciara la falta de insumos bajo este nuevo y reluciente gobierno. Es más, parece ser que Spaccavento fue el único director de todos los hospitales públicos que echó el macrismo. No puedo juzgar la calidad humana del dr. Spaccavento, pero sí dar fe de que su hospital funcionaba.
Ayer fue restituido en su cargo por orden judicial sustentada dos veces por la Cámara de Apelaciones. Hoy parece que el gobierno decidió intervenir el hospital antes que restituir en su cargo al director que habían echado.
Si algo sabemos en este país es que la eficacia institucional es un bien muy frágil y que una institución tarda mucho más tiempo en construirse que en destruirse. Con voluntad y esfuerzo, en dos años se destruye lo que llevó 50 construir (pienso en la salud pública, pienso YPF, y en el Indec también.) Y que, mientras hay una sola manera de construir las cosas, hay muchas, muchísimas de destruirlas.
Pregunta dentro de mi absoluta ignoracia.
No se puede pedir ayuda a presidencia de la Nacion. Yo veo este asunto, de nivel nacional.
Publicar un comentario